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Voltaire
Francisco María Arouet
1694-1778


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1. François Marie Arouet, conocido como Voltaire, sobrenombre que él mismo hizo circular desde 1717, es considerado símbolo de la Ilustración y estímulo de la Enciclopedia. Además de mordaz publicista que supo componer con extraordinario ingenio infinidad de novelas, cuentos, tragedias, narraciones épicas y obras teatrales para un público que lo aclamaba, escribió sobre ciencia, filosofía y teología. Las apreciaciones que sobre él se han hecho hay que contextualizarlas, sin embargo, según los diferentes criterios acerca del concepto de Ilustración. La socialdemocracia actual, que reivindica la Ilustración como su origen, elogia y enaltece la figura de Voltaire como paradigma del intelectual que a favor del bien social combate al fanatismo, a la metafísica y a la Iglesia. En cambio, desde las teorías reaccionarias sobre la Ilustración encontramos semblanzas muy poco encomiables:

«Poco dotado para las especulaciones abstractas… al enfrentar posiciones irracionales, no podía oponerles cómodamente objeciones filosóficas; como los dogmas que intentaba destruir se autoproclamaban pertenecientes a un nivel superior al de la razón, ésta resultaba demasiado débil contra ellos; Voltaire entonces pensó en dos armas que se ajustaban perfectamente a su dotes de escritor: el ridículo y el denuesto. Todo su Diccionario filosófico consiste sólo en esto» (Etienne Gilson: “Voltaire” en Historia de la Filosofía. Filosofía moderna, 1967.)

«Este odio profundo y universal contra Cristo fue el carácter distintivo de Voltaire (Francisco María Arouet), que nació en Chatenay, cerca de París, en 1694, y murió en 1778. Cualquiera que sea su mérito como literato, como historiador, como poeta y como crítico, es cierto que es muy inferior como filósofo, y que su nombre no merece apenas figurar en la historia de la Filosofía. Su dirección filosófica coincide con la de Locke, cuya doctrina propagó en su patria» (Ceferino González, Historia de la Filosofía, t. III, 1886.)

Desde la crítica que el Romanticismo hizo de la Ilustración, encontramos opiniones que hacen de Voltaire un ferviente partidario del despotismo ilustrado, en tanto había dicho: «El pueblo no tiene ni tiempo ni capacidad para ilustrarse. Parece necesario que exista una multitud ignorante; cuando ésta empieza a razonar, todo está perdido.»

La crítica marxista, que ve la Ilustración como etapa de desarrollo de la burguesía, subordinada al desarrollo global del Género humano, caracteriza a Voltaire como un monárquico, que a pesar de manifestarse contra el absolutismo, tiene como ideal político la monarquía constitucional: «La filosofía de Voltaire está llena de contradicciones. Junto con la abierta crítica del catolicismo y del clericalismo sostiene el reconocimiento de la existencia de Dios y de la necesidad de la religión; junto con la crítica del absolutismo, el reconocimiento del “absolutismo ilustrado”. Marx escribe que Voltaire predica en el texto la no creencia, y en las acotaciones defiende la religión» (Diccionario filosófico marxista, 1946.)

2. Desde el punto de vista filosófico, es cierto que Voltaire no ha dejado ninguna filosofía original, ciñéndose a reexponer y divulgar las ideas de sus autores favoritos, Locke y Newton. Ridiculizó el optimismo metafísico de Leibniz en su novela Cándido o el Optimismo: «Si este mundo es el mejor de los mundos posibles, ¿cómo serán, Dios mío, los otros?». Defendió la libertad ideológica y la tolerancia religiosa, que practicó con todas las religiones excepto con el cristianismo. Enemigo de la Iglesia, no lo fue menos del ateísmo, e influido por los deístas ingleses creyó siempre en la existencia de Dios: «Todo el que ve un reloj, cuyas manecillas marcan el tiempo, concluye que ha habido alguno que lo ha hecho precisamente para marcar el tiempo. De la misma manera, basta observar la naturaleza para concluir que ha tenido un autor inteligentísimo que la ha creado y organizado.»

Sobre la condición humana, Voltaire considera al hombre como un ser mezclado de bien y de mal, de sufrimiento y placer, cuyo fin supremo es “conseguir su felicidad”, un tipo de felicidad canalla que consiste en calcular y conseguir todo aquello que resulte útil, cómodo y ventajoso.

Los ensayos históricos son, quizás, la única aportación verdaderamente original de Voltaire y en este sentido su obra más importante es el Ensayo sobre las costumbres y espíritu de las naciones.

3. La vida de Voltaire estuvo llena de vaivenes: los primeros versos satíricos le valieron el destierro de París en 1716 y el encierro en la Bastilla en 1717. Una contestación mordaz al noble De Rohan le sirvió para volver a visitarla de nuevo en 1726. Al salir huyó a Inglaterra, donde entró en relación con los librepensadores. En 1734 publica las Cartas filosóficas, que fueron prohibidas y quemadas por orden del Parlamento. Se refugió en Holanda, pero regresó al poco tiempo, instalándose en el castillo de Gabriela Emilia de Châtelet, traductora y divulgadora de Newton. Cuando ella muere, en 1749, Voltaire acepta la invitación de Federico II de Prusia donde permaneció colmado de honores hasta que, en 1753, la violenta Diatriba del Doctor Akaia contra Maupertius, le hace abandonar Prusia e instalarse en Lausana. Hábil en las finanzas, se permitió comprar una casa en Ferney, cerca de Ginebra, donde residió sus últimos veinte años. Tras veintiocho años de ausencia, volvió a París para el estreno de su drama Irène. Se le hizo un recibimiento apoteósico. Poco después enfermó, muriendo el día 30 de mayo de 1778.

Las principales obras filosóficas son: Cartas filosóficas (1734), en las que se incluyen las Notas sobre Pascal; La filosofía de Newton (1738); El siglo de Luis XV (1751); Ensayo sobre las costumbres y espíritu de las naciones (1756); Tratado sobre la tolerancia (1764); Diccionario filosófico (1764); El filósofo ignorante (1767); Cuestiones sobre la Enciclopedia (1770).

Carmen Baños


→ “Diccionario filosófico de Voltaire (1764)”.
→ Zeferino González, “Berkeley (1886).
→ “Francisco María Arouet de Voltaire”, Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (1897).
→ “Voltaire”, Diccionario soviético de filosofía (1946-1984).