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Centro de Documentación de la Filosofía

Armando Cordero Holguín 1909-1990

retrato

Ideólogo e historiador de la filosofía dominicana, nacido en la ciudad de La Vega, capital de esa provincia de la República Dominicana, el 28 de noviembre de 1909, y fallecido el 27 de febrero de 1990.

En 1930 publica en San Pedro de Macoris un librito con dos novelas cortas y unos sonetos, en 1943 “La escuela, la familia y la religión” (en Páginas Banilejas), y en 1947, en Santiago de los Caballeros, su opúsculo La dominicanidad en proyección vertical hacia el pináculo de la grandeza humana, presidido por un retrato del “Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina, Honorable Presidente de la República y Benefactor de la Patria”, donde se ofrecen los textos de dos “conferencias políticas”. En la primera, “Las influencias biográficas en el fenómeno histórico de la República Dominicana”, cita a José Ortega y Gasset hasta tres veces, y también aparece Fichte: “Trujillo nos ha enseñado, de acuerdo con Fichte…”. En la segunda conferencia de 1947, “La obra del Presidente Trujillo en el campo de la política internacional”, puede leerse:

«El Hon. Presidente Trujillo, considera con razón harto justificada que para el mantenimiento de la seguridad continental estamos en la obligación de enfrentarnos al comunismo en una lucha sin tregua, ya que se trata de una filosofía demoledora y egoísta que pretende estrangular la organización económica, política y social del mundo en aras del Materialismo Histórico. El Benefactor de la Patria Dominicana, asume en América, y muy especialmente en la Cuenca del Caribe, el ejercicio de todas las virtudes que deben ser encaradas a la técnica anarquizante del Marxismo.» (1947:28-29)

El aparato ideológico de Washington, en los albores de la Guerra Fría, para intentar enfrentar la expansión de la filosofía soviética, internacionalista y supranacional, procurará inducir el estudio, en las naciones bajo su influencia, de las tradiciones filosóficas nacionales propias: el mexicano Leopoldo Zea, tras recibir en 1945 formación durante seis meses en los Estados Unidos de Washington, becado por la Fundación Rockefeller, dedica un año a viajar por las repúblicas hispanas, apóstol de una filosofía americana heredera de peculiares positivismos, para tejer una red de filósofos que permitirá constituir en 1947 el Comité de Historia de las Ideas en América –el “capitán filósofo” argentino, Francisco Romero Delgado, será nombrado en 1948 representante de toda Hispanoamérica en el primer Comité Director de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía–, que publicará varias entregas de la serie Historia de las Ideas en América, que junto a la colección Pensamiento de América, impulsada directamente por la División de Filosofía y Letras del Departamento de Asuntos Culturales de la Unión Panamericana, irán publicando en México y Washington, a partir de 1949, los resultados de esas tareas, bien engrasadas, inducidas en los entornos hispanos de la filosofía académica.

Armando Cordero, no sabemos si por influencia orgánica directa o arrastrado por la moda, asumió de hecho para la República Dominicana el papel que Augusto Salazar Bondy desempeñó en Perú, Humberto Piñera en Cuba (Panorama de la filosofía cubana, Washington 1960), &c.

En efecto, con fecha 1951 publican los Anales de la Universidad de Santo Domingo sus “Aportaciones para un estudio de la filosofía dominicana” (la separata lleva fecha 1952, 48 páginas). En 1953 obtiene el grado de doctor por la Universidad de Santo Domingo y en 1956 un Armando Cordero que ya puede firmar como “Doctor en Filosofía de la Universidad de Santo Domingo, Miembro de la Sociedad Interamericana de Psicología, de la Sociedad Dominicana de Filosofía, del Instituto Trujilloniano y del Instituto Dominicano de Cultura Hispánica”, publica Estudios para la historia de la filosofía en Santo Domingo (195 paginas). En 1962 aparecen los dos tomos de su Panorama de la filosofía en Santo Domingo (230+278 páginas). Y en 1974 publica La filosofía en Santo Domingo (268 páginas), que conoce en 1978 una segunda edición aumentada (278 páginas).

En la antología dispuesta por Lusitania F. Martínez, Filosofía dominicana: pasado y presente (2009), está recogido su trabajo: “La filosofía como fuerza generadora de la nacionalidad” (capítulo de La Filosofía en Santo Domingo, Santo Domingo 1978, páginas 55-76).

«Armando Cordero es un filósofo e historiador tradicional dominicano de las ideas, a quien recurriremos reiteradamente en nuestro trabajo por ser el único historiador de las ideas filosóficas dominicanas de todos los períodos hasta su muerte.» (Lusitania F. Martínez Jiménez, Historia de las ideas filosóficas y de género en la República Dominicana. Texto para estudiantes de filosofía, Santo Domingo 2022, pág. 36.)

Selección bibliográfica cronológica de Armando Cordero

1930 Armando Cordero, El dolor de vivir. Novela escrita cuando el autor tenía 17 años de edad, Tipografía “Diario de Macoris”, San Pedro de Macoris 1930, 62 págs más cubiertas. El dolor de vivir, 1-29 [VII capítulos] · Sombras del pasado, 31-52 [V capítulos] · Sonetos: Rosina Bruno, 55-58 · La visión de febrero, a Nomar Ogil, 59-62 · El Poeta, para América Mieses, gran amiga, 63-66.

1935 Armando Cordero, Intuiciones del pensamiento filosófico. Ensayos. [Según “Publicaciones del autor” 1956:196]

1943 Armando Cordero, “La escuela, la familia y la religión” (Páginas Banilejas, Baní, octubre 1943, 34:13.)

Armando Cordero, Bosquejos de crítica histórica y biográfica. Ensayos. [1956:196]

1947 Armando Cordero, Voces de lealtad. Discursos políticos. [1956:196]

Armando Cordero, La dominicanidad en proyección vertical hacia el pináculo de la grandeza humana, Editorial La Información, Santiago de los Caballeros 1947, 32 páginas. Las influencias biográficas en el fenómeno histórico de la República Dominicana, 7-18, · La obra del Presidente Trujillo en el campo de la política internacional, 19-29.

1949 Armando Cordero, La Seguridad Social y el destino de las clases trabajadoras en la Era de Trujillo. Conferencia política. [1956:196]

1951 Armando Cordero, “Aportaciones para un estudio de la filosofía dominicana”, Anales de la Universidad de Santo Domingo, 1951, páginas 87-130.

1952 Armando Cordero, Aportaciones para un estudio de la filosofía dominicana, Ciudad Trujillo 1952, República Dominicana, 48 páginas. Separata de Anales de la Universidad de Santo Domingo, 1951:87-130. Periodo Colonial · Periodo de la Independencia y la Restauración · La enseñanza de la filosofía en la era Trujillo · Periodo contemporáneo · F. Eugenio Moscoso Puello · Pedro Henríquez Ureña como crítico filosófico · Osvaldo García de la Concha y su obra La Cósmica · Arístides Fiallo Cabral y su doctrina biocósmica · Federico García Godoy · Actualidad filosófica dominicana · Andrés Avelino · Pedro Troncoso Sánchez · Juan Francisco Sánchez · Fabio A. Mota · Bibliografía.

Armando Cordero, La filosofía de la Seguridad Social y su aplicación en la República Dominicana.

1955 Armando Cordero, Estudio del seguro social dominicano, Imprenta Arte y Cine, Ciudad Trujillo 1955 (Año del Benefactor de la Patria), 195 págs.

1956 Armando Cordero (Doctor en Filosofía de la Universidad de Santo Domingo, Miembro de la Sociedad Interamericana de Psicología, de la Sociedad Dominicana de Filosofía, del Instituto Trujilloniano y del Instituto Dominicano de Cultura Hispánica), Estudios para la historia de la filosofía en Santo Domingo, Impresora Arte y Cine, Ciudad Trujillo 1956, 195 páginas. «Dedicatoria. Al Generalísimo y Dr. Rafael Leonidas Trujillo Molina, porque a su mecenazgo de genial estadista se debe el restablecimiento de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo y el actual movimiento filosófico dominicano.» · Introducción (por Manuel Valldeperes, Ciudad Trujillo, enero de 1956), 7 · Primera parte. Capítulo I. Primeras manifestaciones del problema filosófico en tierras del Nuevo Mundo: I. Los dominicos, II. Enseñanza de artes y teología, III. Reputadas casas de estudio, IV. Sermón Ego vox clamantis in deserto, 13 · Capítulo II. Factores que intervienen en el proceso de integración de la filosofía dominicana en la época colonial: I. Disputa de los dominicos y los jesuitas, II. Carta de Valverde al Conde de San Xavier, III. Curso de latinidad, IV. Curso de latinidad y psicología dogmática, V. Un hogar amante de la filosofía, VI. Memorable discurso de Fray Pedro Pamies y Facuenda, 19 · Capítulo III. La filosofía en el período inicial de nuestra vida independiente: I. Colegio Seminario Santo Tomás de Aquino, II. La enseñanza de la filosofía en el Colegio San Buenaventura, III. Conferencia de Alejandro Angulo Guridi, IV. Discursos filosóficos de Félix María del Monte, V. Un programa de enseñanza universitaria que no se cumple, VI. Las ideas filosóficas en la prensa de la época, VII. Conferencias filosóficas en la Sociedad “Amantes de la Luz”, 29 · Capítulo IV. El mensaje hostosiano: I. Pedagogía hostosiana, II. Moral hostosiana, III. Hostos y el derecho constitucional, IV. Sociología hostosiana, V. El influjo de Hostos en la cultura dominicana, 43 · Capítulo V. Alborear de la conciencia filosófica dominicana. I. Lamentable realidad, II. Conferencias filosóficas del Dr. Juan Alejandro Llenas, III. Los estudios filosóficos en el Colegio Seminario, IV. Nuestros científicos filosofantes, V. Arístides Fiallo Cabral y su doctrina de la increación, VI. Doctrina biocósmica de la gravitación universal y de la generación de los mundos, VII. Filosofía del cinematicismo, VIII. Andrés Avelino enjuicia La Cósmica, obra de Osvaldo García de la Concha, 53 · Capítulo VI. Factores del movimiento filosófico dominicano en la Era de Trujillo: I. Pedro Henríquez Ureña y la Facultad Libre de Filosofía, II. Escuela Libre de Filosofía, III. Facultad de Filosofía y Letras, IV. Haim López-Penha, introductor de la Revista de Occidente, V. Figuras representativas del movimiento filosófico dominicano, VI. Una obra de filosofía moral, 69 · Capítulo VII. Andrés Avelino: I. Sus valiosas obras, II. Concepción de la unidad de la filosofía fundamentada en la Teoría de los Valores, III. La concepción categorial del Valor, IV. La fundamentación psicológica del Valor, V. La concepción logicista del Valor, VI. La falsa concepción fenomenológica del Valor, VII. Consideraciones finales. 75 · Capítulo VIII. El problema antinómico de la fundamentación de una Lógica pura, 89 · Capítulo IX. Pedro Troncoso Sánchez: I. Posición metafísica, II. Posición axiológica, 99 · Capítulo X. Juan Francisco Sánchez: I. Visión de la filosofía existencial, II. La “Verdad” en el Arte, III. La filosofía como esencia de la historicidad, 109 · Capítulo XI. Fabio A. Mota: I. Evolución del pensamiento filosófico, II. El ideario de Hostos, 131 · Capítulo XII. Salvador Iglesias B.: I. La Experiencia en Suárez, II. Otros exponentes de la cultura filosófica dominicana, 139 · Segunda parte. Capítulo XIII. Pedro Henríquez Ureña: I. Crítica filosófica, II. Obra de plenitud, III. La enseñanza de la literatura en la escuela común, IV. Dominicanismo y españolidad, 145 · Capítulo XIV. Federico García Godoy: I. El crítico, II. Nacionalismo literario, III. Nacionalismo político, IV. Ideas filosóficas y estéticas, 175 · Sumario, 193 · Publicaciones del autor, 196.

1959 Armando Cordero, “Vida y obra de Luis Arístides Fiallo Cabral”, Anales de la Universidad de Santo Domingo, vol. 25, n.º 89, páginas 71-82.

1960 Armando Cordero, Significación de la nueva realidad dominicana, Impresora Dominicana, Ciudad Trujillo 1960, 18 páginas.

1962 Armando Cordero, Panorama de la filosofía en Santo Domingo (Primer Tomo), Impresora Arte y Cine, Santo Domingo MCMLXII, 230 páginas. Explicación necesaria, 7 · Primeras manifestaciones de la cultura en el nuevo mundo, 9 · Influjo Jesuítico en las tendencias innovadoras, 25 · La filosofía como fuerza generadora de la nacionalidad Dominicana, 30 · Advenimiento del Espíritu Moderno, 48 · Aportaciones de interés filosófico, 51 · Los problemas de la filosofía de la historia, 67 · Andrés López de Medrano / Nota crítica, 73 · Introducción a la lógica o elementos de filosofía destinados al uso de la juventud dominicana, 81 · Federico García Godoy / Nota crítica, 91 · El bergsonismo, 95 · Horas de estudio, 107 · Manuel Arturo Machado / Nota crítica, 115 · Del eclecticismo en el arte, 117 · En elogio de la filosofía, 123 · Luis Arístides Fiallo Cabral / Nota crítica, 131 · De estética fundamental, 139 · De la increación, 145 · Breve análisis crítico de las escuelas filosóficas, 149 · Pedro Henríquez Ureña / Nota crítica, 155 · Las ideas sociales de Espinosa, 171 · La obra de José Enrique Rodó, 187 · Francisco Eugenio Moscoso Puello / Nota crítica, 195 · Fragmento del discurso del cinematismo, 201 · Joaquín Ulises Alfau / Nota crítica, 211 · Fragmento de una de las cartas filosóficas, 215 · Índice alfabético de nombres, 225.

Armando Cordero, Panorama de la filosofía en Santo Domingo (Segundo Tomo), Editorial La Nación, Santo Domingo MCMLXII, 278 páginas. Carta del periodista Rafael Herrera, 7 · Prelusión, 13 · Fabio A. Mota / Nota critica, 23 · El ideario de Hostos, 31 · Camila Henríquez Ureña / Nota crítica, 49 · Las ideas pedagógicas de Hostos, 57 · Andrés Avelino / Nota crítica, 77 · El problema antinómico fundamental de la Metafísica, 101 · Juan Francisco Sánchez / Nota crítica, 115 · La liberación del Yo. La tarea previa: El estado negativo de “Alerta Pasividad”, 129 · Juan Isidro Jiménez Grullón / Nota crítica, 141 · La doctrina del punto de vista, 147 · Pedro Troncoso Sánchez / Nota crítica, 165 · ¿Existen los valores negativos?, 175 · Carlos Federico Pérez / Nota crítica, 185 · Vida y Razón o Razón y Vida, 195 · Salvador Iglesias Baehr / Nota crítica, 211 · Las principales escuelas contemporáneas de Psicología, 221 · Antonio Fernández Spencer / Nota crítica, 235 · Poesía, Filosofía y Ciencia, 245 · Otros representativos del pensamiento filosófico dominicano, 251Carta del periodista Rafael Herrera, 7 · Prelusión, 13 · Fabio A. Mota / Nota critica, 23 · El ideario de Hostos, 31 · Camila Henríquez Ureña / Nota crítica, 49 · Las ideas pedagógicas de Hostos, 57 · Andrés Avelino / Nota crítica, 77 · El problema antinómico fundamental de la Metafísica, 101 · Juan Francisco Sánchez / Nota crítica, 115 · La liberación del Yo. La tarea previa: El estado negativo de “Alerta Pasividad”, 129 · Juan Isidro Jiménez Grullón / Nota crítica, 141 · La doctrina del punto de vista, 147 · Pedro Troncoso Sánchez / Nota crítica, 165 · ¿Existen los valores negativos?, 175 · Carlos Federico Pérez / Nota crítica, 185 · Vida y Razón o Razón y Vida, 195 · Salvador Iglesias Baehr / Nota crítica, 211 · Las principales escuelas contemporáneas de Psicología, 221 · Antonio Fernández Spencer / Nota crítica, 235 · Poesía, Filosofía y Ciencia, 245 · Otros representativos del pensamiento filosófico dominicano, 251 · Índice de materias, 269 · Índice de nombres, 271 · Colofón (18 diciembre 1962), 278.

1963 Armando Cordero, “Génesis y orientación de la psicología científico espiritual”, Revista de Educación, nº 4, páginas 54-59.

1964 Armando Cordero, “El factor psicológico y la técnica de la orientación profesional”, Revista de Educación, nº 5, páginas 54-57.

Armando Cordero, “Primeras manifestaciones de la cultura en el Nuevo Mundo”, Revista de Educación, nº 6, páginas 61-76.

1966 Armando Cordero (Ex-decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo), El pensamiento filosófico de Joaquín Ulises Alfau (Cartas a la Juventud Dominicana), Santo Domingo, R. D. 1966, 112 págs.

1967 Armando Cordero, Joaquín Balaguer pensador y estadista, Editora del Caribe, Santo Domingo 1967 (Año del Desarrollo), 111 páginas. Prelusión, 7 y 9 · El hombre y su trayectoria, 11 · El ensayista literario, 21 · La obra poética de Federico Bermúdez, 27 · La obra poética de Gastón F. Deligne, 33 · La obra poética de Fabio Fiallo, 41 · La obra literaria de Federico García Godoy, 47 · El tribuno, 53 · El reformador, 65 · El hombre-bandera, 71 · El Cristo de la Libertad, una obra escrita con el corazón, 77 · Filosofía política de la revolución sin sangre, 85 · Ideario político de Joaquín Balaguer, 97 · Carta de Manuel de Jesús Goico Castro, 109.

1970 Armando Cordero, El absurdo político dominicano, Offset Montalvo, Santo Domingo 1970, 8 páginas.

Armando Cordero, Falsas impugnaciones, Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, Santo Domingo 1970, 40 páginas. Pedro Henríquez Ureña: realidad, no mito, 7 · Crítica filosófica, 17 · Supuesta pobreza de España en el campo filosófico, 27 · Pedro Henríquez Ureña, ideólogo de la revolución mexicana, 33.

1971 Armando Cordero, Joaquín Balaguer pensador y estadista (tercera edición, aumentada y corregida) Impresora Arte y Cine, Santo Domingo 1971, 238 páginas. El hombre y su trayectoria, 7 · El ensayista literario, 21 · La obra poética de Salomé Ureña, 27 · La obra poética de Gastón Fernando Deligne, 35 · La obra poética de Federico Bermúdez, 47 · La obra poética de Fabio Fiallo, 53 · Guía Emocional de la ciudad romántica, 63 · El cristo de la libertad, 73 · Félix María del Monte, Gloria Literaria de la patria, 83 · El centinela de la frontera (Vida y hazañas de Antonio Duvergé), 91 · Gregorio Luperón, espada y pluma del tropel heroico, 99 · La obra de los tres pioneros de la historia patria, 109 · La oratoria en tres príncipes de la iglesia dominicana, 119 · Rafael Abreu Licairac y la crítica histórica, 127 · José Ramón López, un positivista liberal, 135 · Dos próceres de la cultura y del civismo, 143 · La obra literaria de Federico García Godoy, 151 · Luis Conrado del Castillo, prócer de la libertad y del civismo, 159 · El reformador, 169 · El hombre bandera, 177 · El tribuno, 187 · Filosofía política de la revolución sin sangre, 201.

1972 Armando Cordero, Ensayos de valoración histórica, Impresora Arte y Cine, Santo Domingo 1972, 100 páginas.

1974 Armando Cordero, La filosofía en Santo Domingo, Impresora Arte y Cine, Santo Domingo 1974, 268 páginas. Primera parte. Explicación necesaria, 5 · Resolución nº. 256763 de Ministerio de Educación, Bellas Arte y Cultos, 7 · Carta al autor, 9 · Primera manifestaciones de la Cultura en el Nuevo Mundo, 15 · Ei Influjo Jesuítico en las Tendencias Innovadoras, 41 · La filosofía como fuerza generadora de la nacionalidad, 51 · Aportaciones de interés filosófico y cultural, 73 · El mensaje hostosiano, 91 · Segunda parte. Andrés López de Medrano, 105 · Federico García Godoy, 113 · Manuel Arturo Machado, 121 · Luis Arístides Fiallo Cabral, 127 · Pedro Henríquez Ureña, 137 · Francisco Eugenio Moscoso Puello, 157 · Joaquín Ulises Alfau, 165 · Tercera parte. Fabio A. Mota, 177 · Camila Henríquez Ureña, 183 · Andrés Avelino, 189 · Juan Francisco Sánchez, 209 · juan Isidro Jimenes Grullón, 219 · Pedro Troncoso Sánchez, 223 · Carlos Federico Pérez, 231 · Salvador Iglesia Baehr, 239 · Antonio Fernández Spencer, 247 · Otros representantes de la filosofía en Santo Domingo.

1975 Armando Cordero, Joaquín Balaguer poeta del dolor, Editora de Horizontes de América, Santo Domingo 1975, 8 páginas.

1978 Armando Cordero, La filosofía en Santo Domingo (segunda edición aumentada), Editora de Horizontes de América, Santo Domingo 1978, 278 páginas.

Armando Cordero

La Escuela, la Familia y la Religión

(Especial para Páginas Banilejas, a solicitud de mi gentil amiga Rosita Goris.)

La Sociorganología, es decir, aquella parte de la Sociología que estudia los órganos de la Sociedad, ha encontrado en la familia la más sencilla institución social de todas las épocas.

La familia primitiva surgió en el tibio regazo de la caverna, y allí mismo tuvieron sus primeras manifestaciones la Escuela y la religión,

Las naturalezas sexuales del hombre y la mujer, determinaron en ellos la unión copulativa, y la tendencia congénita hacia el ayuntamiento de la carne, exaltada por el paisaje y la soledad, ofreció en los tiempos primigenios el frecuente advenimiento de otros seres: los hijos.

La idea de perfección nació con el ser humano en virtud del acervo racional que reside en él como fuerza inmanente; y el hombre primitivo, al captarla, al descubrir las perspectivas de lo bello, adquirió la sensibilidad que da la idea del conocimiento.

La morada primitiva comenzó a ser escuela cuando el padre de familia enseñaba al hijo a templar el arco de caza. Y fue templo religioso, cuando en ella también fueron adorados los astros.

Es virtud de esta vinculación primigenia, la escuela, la familia y la religión, resultan tres factores inseparables. La sociedad moderna marcha hoy por los derroteros del fracaso, porque ha separado esos tres factores de la cultura.

La familia recibe por mediación del hogar la educación doméstica; la escuela, a su vez, le trasmite la educación intelectual; y la religión, asesorada por el hogar, está encargada de impartir la educación moral.

La educación doméstica, la educación intelectual y la educación moral, determinan la fisonomía espiritual de la familia. Para que haya educación completa es preciso llevar a un acuerdo satisfactorio, lo doméstico, lo intelectual y lo moral.

De ahí la razón por la cual, el hogar, templo de la educación doméstica; la escuela, templo de la educación intelectual; y la Iglesia, templo de la educación moral, están en el deber ineludible de compenetrarse, a fin de que sus funciones respectivas resulten realmente beneficiosas para la familia, porque siéndolo para ésta, lo son para todos los demás órganos de la sociedad.

Sin padres ni madres capaces de saber lo que significa un ser educado para la sociedad, el hogar fracasará en la sagrada misión que le ha sido encomendada por la naturaleza.

Sin maestros de verdadera vocación para la nobilísima obra de la enseñanza, la escuela no podrá rendir una labor de provecho colectivo.

Sin sacerdotes compenetrados de las elevadas doctrinas que rigen sus deberes, la Iglesia seguirá cuesta abajo hasta caer en los abismo del caos.

El hogar, la escuela y la iglesia deben ayudarse recíprocamente, de modo que la educación doméstica y la educación intelectual y la educación moral, salgan de todos los templos a la vez, estructurando los caracteres, las conciencias, las mentes vigorosas que necesitamos para triunfar espléndidamente como seres racionales.

Altamira, R. D.


(Páginas Banilejas. Revista mensual ilustrada de ciencias, artes y letras. Exponente de Cultura Nacional. Director-redactor y administrador: Ángel María Peña Castillo – Baní, Provincia Trujillo, República Dominicana, Octubre de 1943, año 3, número 34, página 13.)

Armando Cordero

El absurdo político dominicano

Santo Domingo, D. N.
1970

Gobernar no es discutir, esto es, alargar y agravar problemas, sino darles pronta y soberana decisión.
Juan Donoso Cortés
 

[retrato:]
Dr. Joaquín Balaguer, Honorable Señor Presidente de la República

 
I

El absurdo político dominicano tiene grandes afinidades con los absurdos políticos de otras naciones hermanas en las cuales se espera que la derrota del comunismo se produzca por obra de un milagro, y no por la perfecta coordinación de las fuerzas políticas necesarias para eliminarlo al conjuro de un golpe común de acción democrática.

Pero, otros factores priman con respecto al problema del absurdo político dominicano:

a) La improvisación de grupos minoritarios creados por algunos ilusos para engañar al pueblo, significándose como líderes políticos;

b) La falta de nobleza, respeto y caballerosidad frente al adversario político de mayor arraigo popular;

c) Estimulación del rencor y el egoísmo como factores susceptibles de propiciar la marcha, por no decir el galope de las masas estudiantiles hacia la extrema izquierda; y

d) La renuencia estéril a compactarse en un FRENTE NACIONAL dirigido por estadista dominicano más experimentado en la actualidad, para seguir orientando durante un nuevo período constitucional los destinos del Pueblo, de la Nación y del Estado dominicanos.

Los valores intelectuales, políticos, utilitarios, morales, religiosos y estéticos que determinan la personalidad histórica del doctor Joaquín Balaguer, hacen de él un gobernante insuperable para la sociedad dominicana en los tiempos decisivos que gravitan sobre la América Latina como verdaderos crisoles psicológicos y morales.

Considero que es perdonable pecar por ingenuidad; mas no por ignorancia o por mala fe, porque los ignorantes y los perversos deben ser soslayados al tratarse de los problemas que afectan fundamentalmente la dignidad y el decoro nacionales.

Sin disputa, el agua viene turbia desde lejos; no se ha ensuciado en su totalidad al llegar a los dominios pacificantes de la Revolución sin Sangre.

Ahora bien, la erradicación de los partidos históricos que actuaron en nuestro pasado histórico como verdaderos organismos de naturaleza caudillista, constituye por cierto un fenómeno de evolución progresiva que es justo ponderar, pero la historia no podrá dejar de condenarnos si tardamos en superar la ola de terrorismo que nos lanza a todos sobre el despeñadero de la ignominia, como si ignorásemos a Don José Ortega y Gasset cuando establece que “LA DEMOCRACIA NO ES EL PUEBLO SUELTO EN LA CALLE, SINO EL PUEBLO ORGANIZADO”.{1}

En la República Dominicana, como en Brasil, Colombia, Guatemala, Uruguay, Venezuela y otros países hermanos, la llamada juventud revolucionaria pugna contra la sociedad en que desarrolla sus actividades:

“POR EXCESO DE LO SOCIAL MIENTRAS EL CRIMINAL SE PONE FUERA DE ELLA POR DEFECTO, POR CARECER DE LO SOCIAL…”{2}

Frente a un conflicto de tal magnitud, sólo la educación y la cultura resultan eficaces; mas he aquí dos tareas para las cuales no hay soluciones concretas sin esfuerzos cimeros de gran duración.

Sin educación y cultura –dicho sea paladinamente– no hay orden ni felicidad para los pueblos.

La historia de la cultura nos enseña que Hermes Trimegisto, varias veces grande por haber sido el inventor de las letras y de las artes, dijo a su hijo Pat: “Nota que el hombre recibió de Dios, con exclusión de los otros animales perecederos, dos dones equivalentes a la inmortalidad: la inteligencia y la razón; pero posee además la razón enunciativa, esto es, el lenguaje. Si el hombre logra usar rectamente de semejantes dones, de nada diferirá de los dioses inmortales.”{3}

Desgraciadamente, muchos dominicanos parecen haber perdido la razón enunciativa y se obstinan en ladrar como perros, desesperados por el miedo o por la soberbia.

El pueblo dominicano encara hoy en día un paralelismo de las izquierdas subversivas y de las izquierdas ateológicas; los primeros se alejan de Dios con la vida, porque viven como si Él no existiera, y los otros lo niegan con su pensamiento. Pero el crimen de los últimos sería menos grave si no se dedicaran con tanto deshonor a explotar la ignorancia de los primeros. Pero eso son dos veces criminales.

 
II

El pueblo dominicano ha carecido siempre del sentido de orientación necesario para obtener la plenitud de su destino. Los sacrificios y las persecuciones que sufrió Juan Pablo Duarte como primer representante dominicano del heroísmo de las ideas y de los ideales. Los vejámenes que aún después de haber ofrendado su vida en el ara santa de la Patria, asedian la procera existencia de Francisco del Rosario Sánchez. Las amarguras experimentadas por Ulises Francisco Espaillat y Francisco Gregorio Billini, en su calidad de hombres para quienes la ciencia y el arte de gobernar adquirieron características de apostolado, constituyen factores encaminados a justificar tal afirmación.

Ahora tenemos el caso de Joaquín Balaguer. El estilo de gobierno. El mensaje sociopolítico. La serenidad viril. Todo en este probo gobernante, permite establecer que el pueblo dominicano lo necesita.

Tabla de salvación. Recurso democrático supremo. Multiplicidad cuantitativa y diversidad cualitativa en las obras de progreso. Escala de valores. He ahí las ventajas que garantiza a sus compatriotas.

Sin embargo, se le enfrenta una oposición apasionada y violenta.

Ninguna persona culta ignora la importancia que reviste toda oposición sensata para el desarrollo democrático de los pueblos; pero tampoco desconoce los peligros que representa para esa misma finalidad toda oposición desorientada, injusta y escéptica.

“El ciudadano típico ateniense –decía Pericles, el estadista que gobernó democráticamente en Atenas por espacio de cuarenta años– aunque viva absorbido por los afanes mercantiles, sabe enjuiciar muy bien los asuntos políticos… A diferencia de los demás pueblos, nosotros no consideramos que está exento de ambición el que no participa en estos deberes: consideramos que es un inútil.”{4}

El ejercicio de la actividad política es, por tanto, necesario. Necesario como esfuerzo de superación. Necesario como tendencia educativa, Necesario como fuerza creadora.

Ahora bien, ¿se ajusta la realidad dominicana al sentido de esa orientación?

Entiendo que no. Porque mientras el proceso reformista se orienta hacia esa finalidad, asecha el monstruo de la peste roja. Asecha el socialismo científico marxista. Asechan los que, por desgracia para ellos mismos, parecen ignorar que si el capitalismo no constituye una solución para los problemas sociales del mundo actual, mucho menos lo constituye el comunismo.

Con Cuba en lecho de Procusto, por obra de la concepción materialista de la historia y de uno de sus peores hijos, es justo que el pueblo dominicano tenga fe absoluta e inquebrantable en Joaquín Balaguer. En el idealismo histórico, político y jurídico de Joaquín Balaguer. En el fervor nacionalista de Joaquín Balaguer.

El Partido Reformista dispone de otros hombres representativos para continuar la obra de gobierno ya emprendida con grandes aciertos; pero es evidente que esa ingente masa de almas no quiere prescindir por ahora de las sabias orientaciones del prócer de la Revolución sin Sangre.

La conjunción del hombre y del patriota. Del hombre de acción y el hombre de pensamiento. Del ciudadano y del estadista, adquiere en Joaquín Balaguer singular plenitud.

Después de 126 años de vida independiente, seguimos constituyendo un conglomerado tan fecundo en la producción de gobernantes deshonestos como faltos de capacidad administrativa. De ahí el impacto, el vigoroso impacto que produce en la conciencia del pueblo dominicano la obra de Gobierno del Presidente Balaguer, cuyo comportamiento cívico armoniza con la clarividencia de su pensamiento político.

La pluralidad de voluntades identificadas con la idea de utilizar sus eminentes servicios como Jefe del Estado Dominicano durante otro período constitucional, señala la pluralidad de votos con que su pueblo acudirá a las urnas para conservar el régimen de gobierno cuyo poder de jerarquía deriva de la excelencia de sus empeños democráticos y constructivos.

Carecen de intuición histórica, por no decir de sentido común, quienes consideran que una nueva lucha armada se desencadenará sobre el país, si el Presidente Balaguer accede al reclamo plebiscitario en virtud del cual se le solicita impartir su aquiescencia para que el pueblo dominicano le ratifique el mandato como Presidente Constitucional en los comicios del 16 de mayo del corriente año de 1970.

Pero… no deja de haber contradicciones en la postura de los adversarios políticos del Presidente Balaguer. Niegan que él sea un gobernante de nota y frente a ellos tienen el panorama de las magnas realizaciones morales y materiales de su Gobierno.

Anhelan la paz octaviana y temen la paz de los sepulcros; mas se oponen al hombre que mejores aptitudes atesora para sacarnos del VIA CRUCIS, manteniendo vigente “la ecuación pascaliana de la fuerza justa y de la justicia fuerte, como único modo de evitar la arbitrariedad de la fuerza sin la justicia y la ineficacia de la justicia sin la fuerza”.

 
III

La antinomia de los paralogismos y los sofismas; esto es, de los errores lógicos que se cometen sin intenciones de engañar y de los errores lógicos en los cuales se incurre con el deliberado propósito de engañar, pone de resalto la naturaleza del espíritu humano.

Bien es cierto que ningún ser humano escapa a la posibilidad de los malos razonamientos, realidad tanto más evidente en cuanto está comprobado que el mismo Aristóteles, a quien corresponde la más antigua clasificación de los sofismas, incurrió en la falacia de pensamiento denominada “petición  de principio”, en la cual se “adopta como principio de prueba la tesis que se desea probar”.

Ello no obstante, proliferan en el mundo actual, con la misma vigencia que han ejercido en el transcurso de las edades históricas, las falacias encaminadas a engañar las clases menos privilegiadas desde el punto de vista intelectual.

Adoptando como definición por excelencia la que juzga a los sofismas como “razonamientos falsos que parecen ser verdaderos”, enfoquemos el problema de los sofismas en la política dominicana de la actualidad.

Los líderes de los sectores, hasta ahora minoritarios, interesados en que el Presidente Balaguer no continúe en la dirección suprema de los destinos naciones, están incurriendo, sin duda alguna, en los sofismas de pensamiento expuestos a continuación:

 
a) Sofismas de observación incompleta

Con respecto a los sofismas de observación incompleta, los amigos políticos del Presidente Balaguer no podemos negar que durante el actual régimen democrático han ocurrido algunos hechos negativos que el Jefe del Estado Dominicano ha sido el primero en condenar y lamentar; pero los líderes de los sectores minoritarios no han observado o no han querido observar las circunstancias determinantes de tales hechos, o la soslayan de mala fe. Sin los antecedentes de venganza y odio que se inician con el conflicto armado de 1965, los dominicanos no habríamos descendido tanto hacia los abismos del irracionalismo cavernario.

Es evidente, por tanto, el sofisma o falacia de observación incompleta.

 
b) Sofismas de mala observación

En lo concerniente a estos sofismas se han puesto de resalto prejuicios y sentimientos que no escapan al más ingenuo observador. Así, los líderes de los sectores minoritarios se autotitulan “observadores objetivos imparciales”, cuando en rigor de verdad sus observaciones son el producto de los intereses particulares que las inspiran. De ahí el sofisma de mala observación.

La situación política del pueblo dominicano constituye un aspecto fundamental del problema derivado de la lucha del comunismo contra la democracia.

 
c) Sofismas de mala generalización

Atribuyo, por otra parte, a los líderes de los sectores minoritarios que tanto temen, no sólo la arrolladora popularidad del Presidente Balaguer, sino también su genio político, el uso frecuente de los “sofismas de falsa generalización”.

De ahí que, tomando como base las reacciones de algunos grupos aislados de individuos, se permitan sostener que el pueblo dominicano reaccionaría violentamente en caso de que el Presidente Balaguer continúe en el poder durante un nuevo período constitucional.

Las generalizaciones en materia política son del todo inconvenientes, ya que, partiendo de inducciones defectuosas, conducen a las más graves exageraciones.

 
d) Sofismas de falsa analogía

Finalmente, los “sofismas de falsa analogía” en los cuales han incurrido los líderes de los sectores minoritarios, se encaminan a demostrar que las reelecciones han culminado siempre en tierra dominicana en las más violentas dictaduras. No conviene, por lo mismo, según ellos, la reelección del Presidente Balaguer.

“La analogía –dicho está por eminentes pensadores– es la forma de razonamiento más primitiva, es casi instintiva, y por eso es fácil cometer analogías imperfectas.”{5}

Los analogistas de la actualidad política dominicana, ignoran la Lógica y no creen en la Ley del Progreso. Por falta de visión no advierten que los pueblos se perfeccionan sometidos a los crisoles de la historia.

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{1} Filosofía del Derecho y Estudios de Filosofía del Derecho, por Giorgio del Vecchio y Luis Recasens Siches, pág. 509 (tomo I), México, 1946.

{2} Subjetividad y objetividad de las clases sociales, por Abel Naranjo Villegas (Revista de la Universidad Pontificia Bolivariana), pág. 232, Medellín, Colombia, primer semestre de 1962.

{3} Historia del pensamiento filosófico, por Diodoro Cobo, pág. 132, México, 1943.

{4} En pos de la Justicia, por Robert F. Kennedy, pág. 18, New York, 1958.

{5} Lógica, por Gregorio Fingermann, pág. 146, Buenos Aires, 1963.


(Texto íntegro de un opúsculo de 8 páginas, más cubiertas, impreso por “Offset Montalvo”.)