Centro de Documentación de la Filosofía 
Centro de Documentación de la Filosofía

Instituciones docentes y de investigación

Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino
Chiapas y Palmas, Colonia Arbide · 37360 León, Guanajuato · México

Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino Los frailes dominicos de la de la Orden de Predicadores –Provincia de Santiago de México– transformaron en 1992, en su Convento de Nuestra Señora de Fátima (León, Guanajuato), por impulso principalmente de Fray Jesús García Álvarez O. P. (Oviedo 1928), su antiguo Noviciado en una Casa de Estudios de Filosofía, ya no sólo destinada a sus novicios sino también abierta a cuantos deseen cursar una licenciatura en filosofía. Tales estudios fueron reconocidos por la Secretaría de Educación Pública de México por acuerdo 962094 de 29 agosto 1996.

En el curso 2015-2016 el Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino ofrece los siguientes estudios: Licenciatura en Filosofía (nueve cuatrimestres en tres años), Diplomado en ética aplicada (8 meses), Diplomado en Filosofía de la Educación (5 meses), Diplomado en Teología (8 meses), Taller de Teatro (3 meses), Taller de Comunicación (1 mes) y Taller de Pintura (3 meses).

El Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino utiliza el dominio de internet filosofiacefta.com (creado el 10 de octubre de 2003 y registrado por Monserrat López, Creatidee, León Gto.).

Desde 2014 tiene anunciada la próxima puesta en marcha, en formato digital, de Mathema, revista de filosofía.

 

Egresados y titulados en Filosofía en el Estado de Guanajuato 1997-2008

instituciónegresadostituladosΣ
Instituto Cultural Leonés9063153
Universidad de Guanajuato8757144
Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino10931140
Ateneo Educativo de Formación Integral7058128
Universidad Franciscana000
Σ356209 565

(Fuente: a partir de datos disponibles en el sitio del Observatorio Filosófico de Guanajuato.)

Licenciatura en Filosofía · Plan de Estudios

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Mapa Curricular. Los estudios de la licenciatura en filosofía se cursan en tres años (nueve cuatrimestres o ciclos), distribuidos en las siguientes áreas:

Ciclo 1
Historia de la filosofía I
Lógica formal
Metodología científica
Psicología I
Filosofía del trabajo y de la técnica

Ciclo 2
Historia de la filosofía II
Hermenéutica
Introducción a la semiótica
Psicología II
Introducción a la sociología

Ciclo 3
Historia de la filosofía III
Filosofía de la naturaleza
Filosofía de la ciencia
Filosofía del lenguaje
Filosofía de la educación

Ciclo 4
Historia de la filosofía IV
Filosofía en México
Antropología filosófica
Axiología
El hombre y la cultura

Ciclo 5
Sistemas éticos en la historia
Seminario de Kant
Ética fundamental
Tomismo
Filosofía de la comunicación

Ciclo 6
Concepciones históricas sobre el hombre
Ética social
Cuestiones de bioética
Estética
Seminario de filosofía política

Ciclo 7
Sistemas metafísicos en la historia
Seminario de Hegel
Ontología
Seminario de economía
Filosofía de la historia

Ciclo 8
Concepciones históricas sobre el conocimiento
Epistemología
Seminario de tesis I
Filosofía y literatura
Didáctica de la filosofía

Ciclo 9
Concepciones históricas acerca de Dios
Seminario de filosofía posmoderna
Filosofía del Absoluto
Seminario de tesis II
Filosofía de la religión

[febrero 2016]

Diplomado en Teología

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Temas actuales de la Teología

Los años que siguieron al Concilio Vaticano II fueron muy productivos para la teología católica. Sin embargo, las distintas situaciones por las que pasa el ser humano de nuestro tiempo nos mueve a reflexionar nuevamente sobre los temas fundamentales de la teología para descubrir nuevas pistas de la acción de Dios en la vida del hombre contemporáneo.

Movidos por esta inquietud, en esta ocasión el Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino ofrece el Diplomado de Temas Actuales de la Teología, en donde se estudiará y reflexionará sobre los importantes cuestionamientos que tienen que ver con la fe.

Además, pretendemos en este diplomado crear un espacio para el diálogo y la exposición de las principales interrogantes que se tienen con relación a la fe.

Objetivo

Reflexionar sobre los temas fundamentales de la Teología, considerando los distintos contextos actuales y apoyados del análisis bíblico, los escritos de importantes teólogos, documentos del magisterio de la Iglesia y desde otras disciplinas que complementan nuestra reflexión.

Dirigido a

Personas interesadas en reflexionar sobre las bases de los temas teológicos, desde un ambiente de participación y confianza que logrará ir conformando una comunidad con un sentido más profundo de la fe.

Estructura del diplomado
El Diplomado de Temas actuales de la teología está integrado por ocho módulos de 12 horas cada uno.
Duración: Septiembre 2015 a junio 2016.

Plan de estudios

Módulo I
Teología fundamental
Septiembre 3, 10, 17 y 24

Módulo II
Magisterio y tradición
Octubre 1, 8, 15 y 22

Módulo III
Eclesiología dogmática
Octubre 29, noviembre 5, 12 y 19

Módulo IV
Trinidad
Enero 7, 14, 21 y 28

Módulo V
Cristología
Febrero 4, 11, 18, 25

Módulo VI
Pneumatología: el Espíritu Santo en la Iglesia
Marzo 3, 10, 17 y abril 2

Módulo VII
Sacramentología y el Tratado de la Gracia
Mayo 5, 12, 19 y 26

Módulo VIII
Escatología
Junio 2, 9, 16 y 23

Clausura del diplomado
30 de junio de 2016

[febrero 2016]

Nuestra institución

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En el año 1992 los Dominicos establecieron en León, Gto. un centro de estudios de filosofía. Aunque destinado a los estudiantes de la Orden, desde el principio el centro estuvo abierto a todos los interesados en los estudios filosóficos.

En 1996 se obtuvo el reconocimiento oficial de los estudios por parte de la Secretaría de Educación Pública (Acuerdo n. 962094 del 29 de agosto de 1996). Desde entonces se realizan en el centro los estudios correspondientes a la licenciatura en filosofía.

El Centro de Estudios filosóficos lleva el nombre de Tomás de Aquino, porque este sabio medieval es un ejemplo de lo que debe ser un intelectual en nuestro tiempo. El ejemplo pudiera parecer demasiado lejano. Sin embargo, el siglo XIII se enfrentó a problemas muy parecidos a los actuales. Cuando llegaba a las universidades de Europa el pensamiento y la visión del mundo de Aristóteles a través de los comentaristas árabes, muchos lo rechazaron en nombre de la visión cristiana tradicional. Santo Tomás supo descubrir en ese pensamiento verdades con las que logró una síntesis grandiosa entre filosofía y fe. ¿No haría falta hoy una síntesis parecida frente a los sistemas modernos y los infinitos datos de las ciencias?

Naturalmente que no se trata de repetir, ni de hacer una filosofía válida sólo para los cristianos. La filosofía no necesita adjetivos: es la búsqueda de la sabiduría, como decían ya los primeros filósofos. Pero en el largo camino de esa búsqueda hace falta un guía. ¿Platón? ¿Aristóteles? ¿Descartes? ¿Kant? ¿Hegel? Se podría elegir a cualquiera de ellos. Pero también se puede elegir a Tomás de Aquino.

Para ver la fecundidad de los principios de la filosofía tomista bastaría recordar que la tarea de Francisco de Vitoria –el fundador del derecho internacional- y de Bartolomé de Las Casas –el defensor de los indios- en el siglo XVI no fue más que la aplicación de esos principios a los problemas que planteó el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Misión del Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino

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La misión del CEFTA, inspirado en el pensamiento humanista de Tomás de Aquino, consiste en la formación integral de la persona en el campo de la educación superior, mediante procesos de enseñanza-aprendizaje, la reflexión filosófica y la promoción de valores que le permita desempeñarse de manera ética, creativa y crítica para contribuir con integridad, eficiencia, calidad y responsabilidad social al desarrollo de la comunidad y de la sociedad mexicana.

[25 julio 2013]

Objetivos

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Objetivos particulares

El Centro de Estudios Filosóficos trata de conseguir los siguientes objetivos:

  • Formar al estudiante en un conocimiento histórico y sistemático del pensamiento filosófico para que pueda analizar y reflexionar críticamente sobre el quehacer del hombre y su incidencia en la vida cotidiana.
  • Proporcionar al estudiante herramientas teórico-metodológicas para que desarrolle y promueva la investigación filosófica en los diversos campos del saber: ciencia, política, economía, religión, arte…, desde una perspectiva epistemológica, histórica y social.
  • Fortalecer metódicamente las habilidades de pensamiento, expresión e imaginación creativa del estudiante, a fin de encauzar sus aportes a la difusión del pensamiento y la práctica de las humanidades.

Objetivos principal

Aprende a reír

Los que suben por la calle Chiapas en la colonia Arbide de León se encuentran, al final, con el anuncio de un “Centro de Estudios filosóficos”. Es claro que se anuncia un lugar donde se estudia algo tan serio como es la filosofía. Sin embargo, un verdadero Centro de filosofía lo que en última instancia enseña es a reír, o, mejor, a sonreír. Es verdad que no hay una asignatura que enseñe eso en diez lecciones. Pero todo lo que se aprende a través de largas horas de clases y de trabajos es a dejar de lado actitudes solemnes y decisivas, y a enfrentarse a la vida con una sonrisa.

Al fin, la filosofía empezó así, con la sonrisa de una esclava que vio a Tales de Mileto caerse en un pozo cuando contemplaba el cielo. A santo Tomás le parecía pura paja todo lo que había escrito, y de buena gana lo hubiera arrojado al fuego, con lo que se hubieran evitado tantas horas de trabajo sus comentaristas. (Claro que también se habrían perdido verdades muy hermosas…). Cuando al final de su vida se le preguntó a Sartre por qué se había dedicado a escribir sobre la angustia existencial, angustiando a medio mundo, contestó que se había dedicado a ese tema “porque estaba de moda”. Hoy está de moda la globalización o la filosofía posmoderna. ¿Qué estará de moda mañana?

Las anécdotas de los filósofos que terminan en risas podrían multiplicarse. La penúltima se refiere a Rudolf Carnap. Este filósofo nunca impartía su clase sin tener los apuntes en sus manos. Un día, al empezar la clase, por más que buscó en su saco no encontró los apuntes. Pidió disculpas y se fue a buscarlos. Los encontró en su casa, los guardó y salió feliz hacia la clase. Al salir de su casa, su esposa le dice que lleva un saco sucio y se lo cambia por otro limpio. Es fácil imaginar lo que sucedió al llegar a la clase sin apuntes…

Los filósofos son objeto de risa por muchas razones. A veces, porque se alejan tanto de la realidad, perdiéndose en el mundo nebuloso de sus pensamientos, que basta cualquier piedra para que se caigan con toda su filosofía. Otras veces es por su lenguaje. Decir que toda elección lleva consigo una deliberación parece de sentido común. Pero hablar de motivaciones predecisionales o posdecisionales se cree más filosófico. En otras ocasiones, los filósofos creen al pie de la letra eso de que la filosofía tiene la última palabra, y resulta que las “últimas palabras” dejan de ser últimas cada diez años.

También es objeto de risa la actitud de muchos filósofos que se dedican a criticar todo lo que encuentran a su paso. Creen que alguien los ha constituido jueces del mundo, y critican la ciencia, la técnica, la política, la economía, la vida y la muerte. Claro que no dan soluciones o las dan equivocadas, porque para solucionar los problemas hay que vivirlos y ellos no se manchan las manos.

Pascal decía que la filosofía consiste en “reírse de la filosofía”. El verdadero filósofo sabe que tiene la última palabra, pero no la pronuncia: deja que la digan los demás y que ellos descubran muy pronto que no es la última. Se aleja de la realidad para contemplarla mejor, pero sabe que sin esa realidad no podría vivir. Por eso, se sienta a disfrutar de las cosas, porque está convencido de que mil ideas no valen lo que vale un árbol o una flor.

La risa es un arma terrible, mucho más que todos los silogismos. Desconcierta, derriba escalas de valores, mina lo que es artificial, serio, aparentemente seguro. Llega un momento en que no se sabe dónde están los límites de lo cómico y lo real. La risa desacraliza lo que no es sagrado y hace caer del caballo de sus certezas a los que van por el mundo con una sabiduría artificial y solemne.

El que cree que la filosofía es la única relación que el hombre puede establecer con la realidad, está próximo a caer en el pozo. No hace falta más que esperar. En la Edad media se decía que la filosofía era esclava de la teología. A nadie le gusta ser esclavo, y mucho menos a los filósofos. Se independizaron y llegaron a creer que todos dependían de ellos: los políticos, los economistas, los científicos… Al absolutizar sus conocimientos, los hicieron por lo menos ridículos. El verdadero filósofo sonríe ante esos filósofos, diría Pascal. El sabe que la verdadera libertad es para servir o no tiene sentido.

El primer método serio de la filosofía fue la ironía de Sócrates. Decir y no decir; preguntar sin responder; descubrir la ignorancia más allá de las certezas. Así es como se invita a pensar, a ser humildes, a amar la sabiduría.

La risa supone capacidad de sorpresa y de admiración. Los antiguos decían que ése era el origen de la filosofía. No hay cosa más triste y aburrida que el estudio de sistemas de pensamiento, de problemas y soluciones que se dieron a través de los tiempos. Pero reducir la filosofía a eso es convertirla en arqueología.

Un Centro de Estudios filosóficos debería tener como meta enseñar a sonreír, dejando para otros la solemnidad, las certezas absolutas, las máscaras sociales. Aunque para llegar ahí haya que pasar por silogismos, sistemas, aporías, hipótesis y teorías. El camino es largo: pueden pasar tres años o toda la vida. La risa en las praderas celestiales debe ser tan grande como el cielo…

Jesús García Álvarez

Estudia filosofía

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Una situación que cambia

Al tiempo que la población crece en todo el país –la de León, Gto. asciende a más de un millón de habitantes–, la vida de los mexicanos se va haciendo cada vez más compleja:

  • La industria y el comercio requieren trabajadores cada vez más capacitados.
  • La sociedad civil ha ido asumiendo un rol protagónico en la vida pública, sobre todo a través del cada vez mayor número de organizaciones no gubernamentales (ONG’S) que asumen como suya la defensa de los derechos humanos, la formación de la conciencia ecológica, etc.
  • Ha habido incremento en la oferta de educación técnica y tecnológica.
  • Las instituciones educativas –ubicadas predominantemente durante mucho tiempo en la zona metropolitana de la ciudad de México– han ido descentralizándose y multiplicándose: solamente en 1993 había a lo largo del país más de 350 instituciones de educación superior, según el anuario estadístico de la ANUIES de 1992.
  • Poco a poco se ha consolidado el apoyo de los gobiernos de los Estados a las labores de difusión de la cultura, al tiempo que aumenta el número de medios de comunicación; cada vez hay más prensa, radio y televisión regionales.
  • La magnitud de los problemas sociales de las últimas décadas urge la constitución de equipos interdisciplinarios para afrontarlos de manera integral: desempleo, corrupción, inseguridad, organización pública, etc.

En Guanajuato las cosas son similares: el desarrollo económico de ciudades como Celaya, León o Irapuato es palpable. Cada vez se ocupa mano de obra más calificada y las empresas requieren profesionistas con mejor formación.

El crecimiento de las ciudades y el ya largo problema del campo han traído consigo la polarización de la economía local, el aumento de la pobreza y el surgimiento de carencias urbanas como pavimentación, escuelas, centros de salud.

Hacia 1990 había 61.302 estudiantes de nivel medio superior o técnico profesional y alrededor de 17.903 estudiantes universitarios. Las instituciones de educación superior por esa fecha sumaban 17, repartidas entre Celaya, Irapuato, León y Guanajuato.

Un profesionista cada vez más requerido

En este contexto, y contra lo que habitualmente pudiera pensarse, se hace indispensable la figura del filósofo, profesionista de perfil crítico, reflexivo y educativo.

En el ámbito de la educación

El producto de una investigación llevada a cabo en diferentes escuelas de nivel medio superior y superior del estado de Guanajuato, por medio de encuestas y de distintas entrevistas dirigidas a directivos, maestros y alumnos que tuvieran relación con las materias filosóficas, dio a luz interesantes resultados. Por una parte hay cierto consenso en que dentro del currículum académico existe un lugar para la filosofía (por lo tanto para los filósofos):

  • Los directores opinaron que hay un lugar claramente definido en el ámbito educativo para el filósofo como asesor educativo, pero sobre todo como docente. En general, los directivos consideraron que el estudio de las materias filosóficas es esencial para la formación integral de los alumnos, pues su labor es desarrollar el espíritu crítico entre ellos a través de la respuesta a las preguntas fundamentales sobre sí mismos, los demás, la naturaleza y la Trascedencia. Esto sería importante no sólo en obras de educación formal, sino también en las de educación no-formal.

Por otra parte, entre los educandos es lugar común considerar este tipo de materias formativas como un mero requisito en el que se aprenden cosas irrelevantes para la propia vida. A eso se añade una cierta falta de formación entre los educadores:

  • Los alumnos entrevistados comentaron que las clases de filosofía son, por lo general, poco entendibles, desarrolladas en un lenguaje muy elevado que no vincula las materias con la vida, por lo que resultan poco prácticas. Desearían que la teoría recibida tuviera mayor claridad, que las sesiones fueran mucho más dinámicas y que los maestros divagaran menos, para poder asimilar lo más importante.
  • Los profesores que imparten materias de tipo filosófico –ética, doctrinas, lógica y en licenciaturas, antropología filosófica, epistemología– son egresados de licenciaturas afines, sobre todo del terreno de la psicología, la pedagogía y las ciencias sociales, pero hay carencia de licenciados en filosofía que estén titulados.

Sin embargo, el papel del filósofo en las instituciones educativas no se acaba allí: cuando surge una institución de este tipo es necesario que haya personas capacitadas para la elaboración de la filosofía y del proyecto institucional a fin de definir el propio ser y quehacer educativo:

  • En general hubo consenso entre los directivos al señalar que el filósofo es uno de los profesionistas que no debe faltar en un equipo que se dé a la tarea de la fundamentación de las propuestas y modelos educativos de las instituciones tanto particulares como oficiales.

Un poco más:

  • Hubo también consenso en que en una situación como la que atraviesa el país es necesaria la recuperación del horizonte ético en la formación de los técnicos y profesionistas que, víctimas del influjo positivista educativo que permea en ciertos aspectos el sistema educativo desde hace ya casi cien años, egresan con un mínimo de conocimientos específicos para el desarrollo de su profesión, pero con grandes lagunas en cuestiones antropológicas, éticas y de compromiso social, campo de acción eminente del egresado de filosofía.

La difusión de la cultura y los medios de comunicación

De la mano con la educación se encuentra la difusión de la cultura, tarea emprendida por gobiernos de los Estados y no pocos municipios en el país. A través de esta actividad se busca la recuperación de tradiciones, el diálogo con las diversas culturas que con facilidad son conocidas hasta en remotos rincones de la geografía mexicana.

Esta tarea, ciertamente interdisciplinaria, no es ajena al quehacer filosófico, cada vez más requerido también por los medios de comunicación.

En la última década, el periodismo mexicano ha evolucionado en búsqueda del equilibrio entre información y opinión. Los periódicos de circulación nacional, y poco a poco los regionales, van dando cabida en sus páginas a los artículos producidos por diversos periodistas formados en distintas profesiones, con la idea de proporcionar al público distintas claves para la interpretación de los acontecimientos. A su lado, el filósofo tiene una cierta visión del mundo y sus implicaciones antropológicas que complementa las particulares de los diversos especialistas en ciencias sociales, políticas y económicas.

Con la sociedad civil

Como se señalaba anteriormente, el final de la década pasada y el poco más de un lustro de la actual han sido testigos de la participación civil, sobre todo en las ONG’s. En una encuesta realizada entre miembros de algunas de estas organizaciones, como los centros de derechos humanos Francisco de Vitoria y Miguel Agustín Pro, se señalaba como urgente la necesidad de la incorporación de personas con adecuada formación filosófica, pues el compromiso serio en este tipo de instituciones requiere de profesionistas capaces de reflexionar sobre el concepto de hombre que subyace a sus propuestas, la relación de éste con lo social...

Profesionistas que vean en clave de totalidad y fundamentación para evitar, hasta donde sea posible, la particularización excesiva que conlleva el riesgo de desvirtuar fines que atañen a la integralidad de la persona.

Cada vez se siente la necesidad de fundamentar los distintos proyectos que desarrollan las ONG’s más allá del mero marco de lo contractual o consensual que encierra el derecho positivo.

El filósofo tiene qué hacer en este campo y su rol debe ser protagónico.

También la empresa

En entrevista personal con algunos empresarios de organizaciones como la Unión Católica de Empresarios de México (UCEM) se pudo advertir la incorporación de filósofos a los staff y cuadros directivos de diferentes corporativos, como pueden ser BIMBO –en sus distintas plantas– y JM Romo en Aguascalientes –donde diversas gerencias y puestos de asesoría son ocupados por egresados de licenciatura en filosofía– complementada, por supuesto, su formación con ciertos elementos de administración, mercadotecnia y ciencias sociales.

La función principal a desarrollar por estos profesionistas se vincula a la fundamentación del quehacer empresarial, al diseño de las políticas institucionales, a la formación integral y capacitación laboral del personal y sus familias.

La oferta educativa y laboral

Todavía en el país la oferta educativa para filósofos se concentra en poblaciones grandes como Guadalajara y el Distrito Federal. En la ciudad de Guanajuato, la Universidad del Estado es la única que ofrece licenciatura en filosofía; en el resto del Estado ninguna otra institución lo hace. (Parece que en la ciudad de Irapuato se imparten estudios de filosofía, pero no contamos con datos precisos).

Existen algunos diplomados, como el de la Universidad Iberoamericana, plantel León, que se ofrecen a la población en general, pero su naturaleza propia los hace limitados.

Por otra parte, el estudio de diagnóstico que se realizó, que toma en cuenta el aumento de instituciones educativas en los estados, la labor de difusión de la cultura y la transformación que ha sufrido el periodismo y el nuevo rostro de la participación ciudadana, hace pensar en una prospectiva laboral aceptable para el egresado.

Concretando más, un licenciado en filosofía podría desarrollarse laboralmente en lugares como Preparatorias, donde se enseñan varias materias filosóficas; en escuelas universitarias de filosofía; en institutos de estudios superiores donde se imparten materias humanísticas. Como asesor educativo, en todos los colegios de educación media superior se necesita su colaboración en la elaboración de programas y en la evaluación y dirección de la labor educativa. Otros lugares donde es necesaria la presencia de especialistas en filosofía son las escuelas de Ciencias de la comunicación, periodismo, facultades de medicina, de sociología, de pedagogía, de derecho, de psicología.

El currículo académico que propone el Centro de Estudios Filosóficos Tomás de Aquino –estructurado en cuatro áreas: histórico-filosófica, sistemática, complementaria y de ciencias sociales– pretende dar elementos para que sus egresados de la licenciatura en filosofía puedan incursionar en estos distintos ámbitos y puedan colaborar en la construcción de la sociedad, siendo portadores de los principios y valores de la Institución que los formó.

[febrero 2016]